by Diego San Román
Serie: Los “noes” de PeroGrullo
Las ineficiencias en la vida y en los negocios se multiplican cuando son parte de un proceso con dos o más partes involucradas.
Cuando tu cliente define en un briefing lo que considera su necesidad, asegúrate de revisarlo conjuntamente y con el suficiente detalle para encontrar un perfecto y claro alineamiento entre lo que él pide y lo que tú entiendes que debes dar. No hacerlo suele resultar normalmente en una, o ambas, de estas dos cosas, malas para el cliente, y para ti:
- El cliente cambia el briefing y espera que tu respuesta/propuesta se haga en el tiempo y con los recursos definidos para el briefing original; con la consiguiente presión y aumento de probabilidades de no dar una respuesta satisfactoria.
- Tú interpretas mal el briefing y trabajas sobre una necesidad diferente a la expresada por el cliente, con el consiguiente resultado insatisfactorio para él e ineficiente para ti.
Sorprende la cantidad de veces que directores de proyecto y directivos aceptan las peticiones de sus clientes sin tomarse el tiempo para asegurarse de entender bien esas peticiones, y definir correctamente los recursos necesarios (personas, tiempo, dinero) para satisfacer la necesidad del cliente; por temor a resultar pesados o quisquillosos. Gran error.
Trabaja siempre sobre un briefing, o definición de alcance, detallado y acordado con tu cliente. Desde ese briefing, elabora y trabaja sobre una propuesta de acción también detallada y firmada.
El trabajo de alineación, significa además una oportunidad de conocer mejor al cliente y hacerle sentir participe de la solución posible. Dos «beneficios extra».