En 1996, formé parte de la compañía que inventó la votación en tiempo real por Internet, Votelink.com, iniciada por dos personas con antecedentes profesionales verdaderamente únicos que en ese momento eran mis vecinos de Boulder, Colorado, conocido como el pequeño Silicon Valley de las Montañas Rocosas. Hace casi tres decadas, teníamos la posibilidad de votar por Internet y ver los resultados en tiempo real. Hoy en día todavía votamos y esperamos días par tener los resultados «como siempre». No veo ninguna justificación comprensible. Es arcaico. Además, tiene un efecto muy perjudicial para los ciudadanos, como estamos viendo en las elecciones de los Estados Unidos, donde estamos siendo testigos de un caso extremo de un sistema de votación obsoleto que está dando lugar a tensiones sociales innecesarias.

Creo que debemos apoyar la iniciativa de actualizar el proceso de votación y beneficiarnos de sus innegables ventajas: votar, obtener el resultado y todas las estadísticas que el voto nos pueda proporcionar (perfiles socio-demográficos de los votantes y tendencias por zonas geográficas, entre otras) y publicar esos resultados practicamente en tiempo real, independientemente del tamaño de la campaña. Hoy en día podríamos hacer esto con los más altos estándares de seguridad.

Empresas de TIC, ¿nos ponemos manos a la obra? Hay una clara oportunidad de negocio que seguramente habéis estado explorando durante años. Estonia celebra sus elecciones online desde 2005 a pesar de ser criticada por observadores que dicen detectar obvios y flagrantes fallos en materia de seguridad cibernética. Muchos expertos en TIC creen que las elecciones online seguirán siendo un proyecto de investigación académica, por unos pocos años más… No veo razones convincentes para que así sea. ¿Es el miedo a los fallos de seguridad lo que impide a los responsables de la toma de decisiones actualizar el sistema? Nos estamos volviendo digitales en sectores sensibles como banca, seguros y muchas otras industrias que requieren una seguridad extrema. Sin embargo, estamos convencidos de que la solución digital es más segura que la física: mover el dinero o contratos físicamente. ¿No debería ser lo mismo con la votación y su gestión en elecciones?

Autor: Diego San Román Mendiguren, Socio de Factus Consult.

Este articulo se enmarca dentro de la sección de Plan de Producción, dentro de la metodología Plan de Negocio, Plan de Producción, Plan Comercial, Plan de Generación de Demanda y Plan de Fidelización de Factus Consult.